En los últimos años, las cookies de terceros han desempeñado un papel fundamental en el seguimiento del comportamiento de los usuarios en la web, permitiendo a empresas y anunciantes orientar los anuncios con mayor precisión y eficacia.
Sin embargo, ante la creciente preocupación por la privacidad de los datos de los usuarios, grandes empresas tecnológicas como Google han anunciado el fin de la compatibilidad con las cookies de terceros en sus navegadores.
Pero, ¿qué significa esto para el marketing digital y cómo pueden adaptarse las empresas a este cambio? Eso es lo que veremos en este artículo.
¿Qué son las cookies de terceros?
Las cookies de terceros son pequeños archivos de texto que se almacenan en el navegador del usuario cuando visita un sitio web específico, pero que son generados por un dominio diferente al que está visitando en ese momento.
Mientras que las cookies de origen son creadas por el sitio web al que accede el usuario, las cookies de terceros son generadas por otras empresas, como redes publicitarias o empresas de análisis de datos, que tienen presencia en diversos sitios web.
Estas cookies desempeñan un papel importante en el seguimiento del comportamiento de los usuarios en la web y en la recopilación de información sobre sus preferencias, intereses y actividades de navegación.
Un buen ejemplo de lo que estamos hablando ocurre cuando un usuario visita un sitio de noticias y se le presenta un anuncio de un producto que ha buscado recientemente en otro sitio. Esto suele ser posible gracias a las cookies de terceros.
Esto se debe a que, como hemos mencionado anteriormente, estas cookies permiten a los anunciantes rastrear el comportamiento de los usuarios en diversos sitios web y crear perfiles detallados de sus preferencias e intereses. A partir de ahí, pueden ofrecer a los usuarios anuncios específicos basados en sus hábitos de navegación, lo que permite orientarlos más fácilmente. experiencia más personalizadas y pertinentes.
El fin de las galletas
Aunque las cookies de terceros desempeñan un papel importante en la personalización de la experiencia del usuario y la orientación de anuncios más pertinentes, también han sido objeto de una creciente preocupación por la privacidad de los datos.
Muchos usuarios son cada vez más conscientes de los riesgos asociados al seguimiento de sus actividades en la red, especialmente tras la publicación de la LGPD (Ley General de Protección de Datos) y el creciente número de ciberataques en Brasil y en todo el mundo.
Gracias a ello, grandes empresas tecnológicas como Google.., anunció el fin de la compatibilidad con las cookies de terceros en sus navegadores.
Repercusiones del fin de las cookies de terceros en el marketing digital
El fin de las cookies representa un cambio significativo en el marketing digital. Al fin y al cabo, repercute directamente en la forma en que las empresas recopilan datos, segmentan su público objetivo y orientan sus campañas publicitarias.
Para los profesionales de la comunicación, este cambio tiene profundas repercusiones y exige una adaptación estratégica para seguir llegando eficazmente a los consumidores. Analicemos los principales efectos de esta transición:
Dificultad para seguir el comportamiento de los usuarios
Sin las cookies de terceros, será más difícil para las empresas rastrear el comportamiento de los usuarios en la web, lo que podría afectar a la eficacia de las campañas de marketing y publicidad dirigidas.
Menos segmentación y personalización
Sin acceso a los datos recogidos por las cookies, será difícil para las empresas segmentar y personalizar sus campañas de marketing, lo que podría dar lugar a anuncios menos relevantes para los usuarios.
Impacto en las métricas de análisis
El fin de las cookies de terceros también podría afectar a las métricas de análisis de las empresas, haciendo más difícil medir el rendimiento de las campañas de marketing y comprender el comportamiento de los usuarios.
Como resultado, las empresas tendrán que encontrar nuevas formas de evaluar el éxito de sus estrategias de marketing y obtener información valiosa sobre la participación de los usuarios y el retorno de la inversión.
¿Cómo adaptarse al fin de las cookies de terceros?
Ante estos retos, las empresas necesitan adoptar nuevas estrategias para proteger los datos de los usuarios y seguir llegando a su público objetivo con eficacia:
Invertir en contenidos orgánicos
En lugar de depender exclusivamente de la publicidad dirigida, las empresas pueden invertir en contenidos orgánicos, como blogs, vídeos y redes socialespara atraer a los usuarios de forma más natural y crear relaciones significativas con el público objetivo.
Explorar alternativas de segmentación
Además de las cookies de terceros, las empresas pueden explotar otras formas de segmentación de la audiencia, como los datos de origen, la segmentación contextual y las estrategias de marketing basadas en los intereses declarados por los propios usuarios.
Adoptar tecnologías alternativas
Hay varias tecnologías alternativas emergentes, como los identificadores unificados de dispositivos y los gráficos de privacidad, que pueden ayudar a las empresas a seguir orientando eficazmente los anuncios sin depender de las cookies de terceros. Y lo que es mejor: garantizando la protección de los datos de los usuarios.
Mantener el énfasis en la privacidad y la transparencia
Con el fin de las cookies de terceros, las empresas y agencias de marketing y publicidad tendrán que centrarse más en la privacidad de los datos de los usuarios, dando prioridad a la transparencia y la protección de la información en sus estrategias de marketing.
Esto incluye obtener el consentimiento de los usuarios para el uso de sus datos, garantizar que los datos se almacenan y utilizan de forma segura y ética, y ofrecer opciones claras para que los usuarios controlen sus preferencias de privacidad.
Conclusión
Aunque el fin de las cookies de terceros representa un reto importante para el marketing digital, también ofrece a las empresas la oportunidad de replantearse sus estrategias y adoptar enfoques más centrados en el usuario y la privacidad de los datos.
Al invertir en contenido orgánico, dar prioridad a la transparencia y explorar alternativas de segmentación, las empresas pueden adaptarse con éxito a este cambio y seguir llegando a su público objetivo con eficacia en el mundo postcookie.
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